miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Qué pan queremos?

Situación: entra usted a una panadería (que, en realidad, es un despacho de pan) por la mañana antes de ir a trabajar, en cuyo escaparate se anuncia con gran pompa y boato "Se vende pan caliente". Compra usted una barra que, con suerte, envuelven con un papelito (cuando no se la dan en una bolsa de plástico) y se marcha tan campante y contento/a con su pieza calentita, que va comiéndose a pizcos por la calle. La deja en casa y se marcha a trabajar. Vuelve para comer y, cuando va a meterse a la boca otro pizco de pan a modo de aperitivo, se da cuenta de que esa preciosa barra se ha transformado en a) un chicle o b) un ladrillo.
Situaciones como ésta, nunca mejor dicho, son el pan nuestro de cada día. El pan, un producto que lleva entre nosotros siglos, que ha tenido sus altibajos, que ha salvado de hambrunas e inanición a millones de personas a lo largo de la historia, que ha sido símbolo de poder entre panaderos y molineros en el Medievo de países como Alemania, que es estandarte de otros como Francia y que en España fue abandonado a su suerte y a las grandes productoras hace unas décadas, para intentar ahora y muy poco a poco resurgir otra vez impulsado por algunos panaderos convencidos.
Ser panadero no es fácil ni ha estado nunca tan bien visto como otras profesiones (me ahorro los ejemplos), aunque en todas las casas se coma pan. Mucho menos que hace apenas unas décadas. En los años 60 consumíamos una media de 134 kilos de pan al año por persona, mientras los últimos datos de MAGRAMA hablan de poco menos de 36 kilos de pan por persona y año en 2012. Confluyeron muchos factores en la evolución del sector, que comenzaron por el cierre de los pequeños obradores y la aparición de las grandes industrias, el uso de los mejorantes panarios a la tradicional fórmula de harina, agua, levadura y sal, la proliferación de los despachos de pan con un producto estandarizado, el cambio de los hábitos de consumo, una formación de panadería escasa y dirigida exclusivamente a trabajar en trenes de laboreo u obradores mecanizados…
Si a eso le sumamos una buena campaña contra el consumo de pan desde algunas consultas médicas y muchas firmas dietéticas, que demonizaron un producto básico y le colgaron la etiqueta de engordar una barbaridad, y quizá el escaso atractivo que da comprar un producto insulso y de muy poca duración, entre otros motivos, nos plantamos en un consumo diario actual de apenas 100 gramos de pan en España por persona y día frente a los 250 gramos recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Lo cierto es que nuestro cerebro necesita seguir alimentándose de la glucosa procedente de los hidratos de carbono, por mucho que nos encante el chuletón, y 100 gramos de pan apenas alcanzan las 250 calorías. Muchos consumidores están despertando hacia un mayor cuidado en los productos que se llevan a la boca y una mayor exigencia de calidad a la hora de llenar la cesta de la compra. El protagonismo del pan resurge desde el trabajo de muchos profesionales que han decidido buscar en las raíces de su profesión, u otros que nunca dejaron de hacerlo, desde el gusto del consumidor, desde quien prueba a hacer pan en casa y descubre quizá en su horno que el pan sabe a otra cosa.
Lo que suceda en el futuro es una incógnita. Muchos profesionales se atrincheran en sus obradores y se escudan en los costes de producción (razón no les falta en parte cuando el trigo se ha convertido en otro producto especulativo más y su precio se decide en la bolsa de Chicago), convencidos de que cambiar no va  a servir de nada porque el consumidor no lo va a apreciar. Otras empresas le ven las orejas al lobo y empiezan a desarrollar una estrategia de marketing y maquillaje, en la que parece que su producto cambia pero continúan vendiendo la misma calidad. Algunos se aprovechan en el precio con etiquetas como “casero” o “artesano”, con las que nos imaginamos a la abuela Rogelia levantándose a las dos de la mañana para amasar esa hogaza que acabamos de comprar a 10€. El cliente por su parte, tira a la basura la barra de pan-ladrillo mosqueado y convencido de que el panadero se está forrando a su costa. O, simplemente, se hace un lío con tanta sal yodada, media cocción o doble fermentación. 
Sea como sea, algo está cambiando y el sector lo sabe. Muchos panaderos ya se han puesto manos a la obra y otros muchos nunca han dejado de hacerlo. Quizá algún día sea habitual que el cliente exija información acerca de los ingredientes que lleva la barra de pan que compra, de las propiedades que tiene el cereal con el que está elaborada. Exigirá un buen producto y quizá no tanto decenas de variedades que, en esencia, son la misma. Y seguramente sea lo normal también que haya alguien detrás del mostrador preparado para contestar sus preguntas. Y puede que dentro de un tiempo no haya que recorrer muchas panaderías para encontrar lo que uno busca. Y entonces puede que el oficio de panadero tenga el reconocimiento que se merece.

lunes, 18 de noviembre de 2013

En  este  mes de noviembre  es la epoca de  las matanzas

donde  se sigue  con la tradicion de nuestros abuelos

y seguimos haciendo  nuestros panes   , las  buenas

costumbres nos ay que perderlas 


domingo, 17 de noviembre de 2013

DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN

Pan para ser más listos y estar más sanos

Comer más de 40 gramos diarios sube los niveles en sangre de vitamina B1, sustancial para el desarrollo neurológico. Los test en niños demuestran la correlación entre su consumo y el desarrollo intelectual

16.10.13 - 11:57 - 
Pan para ser más listos y estar más sanos
Obradores tradicionales, como el de Turris, defienden la recuperación de la calidad, el sabor y las propiedades de este alimento.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación se celebra el Día Mundial del Pan, ese compañero de recreo en la infancia que con el paso de los años vamos olvidando.
El problema mayoritariamente radicaba en que el pan engordaba, así que lo eliminamos de la dieta a pesar de lo sano que es este alimento. Pero no era más que un falso mito.
«El pan es saciante, muy bajo en grasas, contiene pocas calorías y muchos nutrientes. En cuanto a sus beneficios nutricionales el pan destaca por su aportación de carbohidratos de absorción lenta —aproximadamente el 50 por ciento— que se almacenan en nuestro cuerpo en forma de energía, no de grasa. Además, aporta también proteínas y proporciona hierro, cinc, magnesio, potasio, niacina y vitaminas del grupo B, especialmente B1, B2 y B6, así como folatos», explica Xavier Barriga, maestro panadero de Turris.
Como con todo, lo que hay que evitar son los excesos. La Organización Mundial de la Salud recomienda así el consumo de 250 gramos de pan al día por persona —En España la cifra no llega a los 140 gramos al día—. «Por ejemplo, es muy recomendable comer bocadillos vegetales», aconseja Barriga.
Obesidad y desarrollo intelectual
La doctora Rosa M. Ortega, catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, dirigió un estudio en el que se comprobó que los niños que comían más pan presentaban un menor porcentaje de sobrepeso y obesidad, una ingesta más adecuada de nutrientes, tenían dietas más equilibradas, poseían un menor índice de Masa Corporal y registraban mejores indicadores de riesgo cardiovascular que los que comían menos.
Además, se observó también que aquellos que tomaban más pan ingerían más cantidad de vitamina B1 y yodo, importantes en el funcionamiento del sistema nervioso; más ácido fólico, que ayuda a la protección cardiovascular y mejora la función mental, y más zinc, importante para conseguir una mejor respuesta inmunitaria.
En resumen, y según la doctora Ortega, los individuos que consumen más de 40 g. de pan al día suben los niveles plasmáticos de vitamina B1, sustancial para el desarrollo neurológico y, en ese sentido, se demostró a través de tests de rendimiento intelectual una correlación entre el consumo de pan y el desarrollo intelectual de los mismos.
Decálogo de beneficios de la campaña 'Pan cada día'
Según la campaña ‘Pan cada día’ la dieta española actual se caracteriza por una excesiva ingesta de proteínas y grasas en detrimento de los hidratos de carbono (deberían ser el 50 por ciento de las calorías totales) y así nos alejamos de las propiedades saludables de la Dieta Mediterránea, de la que el pan forma parte fundamental junto al consumo regular de verduras, hortalizas y cereales.
Por eso han elaborado un decálogo con sus beneficios:
1. El pan pertenece al grupo de los cereales, que son el tipo de alimentos nutricionalmente más completos, de los más baratos e inamovibles de la base de la pirámide nutricional.
2. Proporciona al organismo parte de la energía que éste necesita, particularmente para el cerebro y el sistema nervioso.
3. Incluir el pan en cada una de las comidas que realizamos a diario es una buena forma de cubrir las cinco o seis raciones diarias de hidratos de carbono recomendadas por los especialistas.
4. El pan contiene poca grasa (1g. por cada 100 g de pan), por lo que es idóneo para aportar a nuestra dieta los hidratos de carbono que necesitamos con una mínima ingesta de lípidos.
5. Posse un efecto saciante y contribuye a la regulación de las funciones intestinales del organismo por su contenido en fibra, sobre todo el pan integral.
6. La ingesta de fibra es directamente proporcional a una prevalencia menor de enfermedades como la diabetes o el colesterol.
7. Incluso para las personas sometidas a dietas de adelgazamiento, los especialistas recomiendan 100 g. de pan al día repartidos en varias raciones.
8. El pan aporta vitaminas hidrosolubles del Grupo B que nos ayudan, entre otras cosas, a transformar los alimentos en energía, mantener sanos cabello, piel y uñas, formar glóbulos rojos y anticuerpos, y mantener en buen estado nuestro sistema nervioso y circulatorio.
9. Contiene numerosos minerales como el calcio, fósforo, magnesio y potasio, fundamentales para nuestro organismo.
Su consumo es idóneo para niños y adolescentes por la gran actividad física que estos desarrollan, así como para las personas de edad avanzada, pues son alimentos de fácil masticación y digestión.

martes, 12 de noviembre de 2013

Dentro de unos  dias  llega la navidad   y son dias  de  muchas emociones 
reencuentros con la familia que no vemos
desde  aqui panaderia   Juan  Carlos Blanco
os deseamos una  Feliz Navidad !!!
En compania de  toda vuestras  familias






sábado, 11 de mayo de 2013

miércoles, 8 de mayo de 2013